
Siempre todos somos victimas de alguna soledad.
Pero no necesitamos más que un par de patadas
bien dadas para vomitar cantidad de basura.
Voy a saber que esté con el que esté, bailaré igual,
sonreiré igual, y más tarde respiraré, en un par
de paredes, mis soledad. Y esta bien, porque es
común, en si tengo demasiadas cosas que deberían
ser anormales. Y suena spinetta, que poco a poco
deja de gustarme. No me agradan las cosas repetidas,
pero no doy más que vueltas dentro del mismo
ser. Siempre igual, siempre tan común y repetido.
Pero mis manos ahora estan frias, y no voy a sentir
cuando entres por esa puerta y me mires con ojos
de querer volver. No volveré y sabré todo, pero
caminaré bajo la lluvia con el miedo de aquel que
no sabe nada. Se oye el ruido de la velocidad del aire,
un gemido más tarde y miles de lanzas que me atraviesan.
Nunca podrémos entenderlo por completo, y entonces me iré
como un rio demasiado hondo.
Nadie tocará mi fondo.
En fin, hoy voy a cocinarme.